La magia de hacer el bien
Desde que hablar de energía positiva, el universo, el efecto
boomerang en la vida y todas esas cosas que prometen atraer cosas buenas hacia nosotros,
es más común. La confusión sobre ¿Qué es ser bueno? Ha crecido mucho. Hacer
el bien se ha convertido en un concepto que cada quien entiende y lleva a
cabo según lo que le interesa entender. Lamentablemente es así en muchas ocasiones.
Es importante entender que ser bueno y hacer el bien, son cosas que nacen.
Obviamente, se puede cambiar e intentar ser mejor persona cada día y eso es muy
loable. Pero si una persona se obliga a ser amable con gente que no le nace, y
lo que hace es fingido, eso no es ser bueno. Si ayuda a otra persona solo para
sobresalir, o para poder mostrar al mundo unos sentimientos que no tiene, eso
no es hacer el bien.
Cada quien ve hacer el bien, según su
propio criterio
Hay distintas maneras de ver el bien, la mayoría de ellas depende de
lo que cada quien necesite o de como le convenga ver su manera de hacer el bien.
Estas son algunas de las maneras en que las personas piensan que hacen el bien:
Personas que dicen amar a Dios, pero juzgan
a todo el que piensa distinto
Lamentablemente es más de lo común. Personas que se dan golpes de pecho,
pero juzgan e intentan hacer que otros cambien sus pensamientos. Que creen que
ellos son los medidores del bien y el mal. Critican, condenan y llegan incluso
a tratar mal a quienes, según ellos, están haciendo las cosas mal. Si no puedes
respetar a otros y dejar las críticas y condenas, no importa cuánto te pongas
de rodilla y ores, no eres una buena persona.
Individuos que manipulan, se ofenden si
alguien les lleva la contraria, pero hablan del hacer el bien y del amor
Otro grupo con el que me he encontrado muchas veces, son aquellas personas
que intentan hacer creer a las personas a su alrededor que son más listas o inteligentes.
En realidad, se trata de personas inseguras, que intentan hacer que sus
opiniones sean las únicas valederas. Este tipo de personas, impone sus criterios
e invalida el de cualquier otro.
Cuando encuentra alguien seguro de sí que no le permite pasar por encima de
él, entonces apela a hacer el bien. Menciona cosas cómo, es una lástima que se
quiebre la paz, cuando ser bueno y entender el punto de visa de otros (Su punto
de vista realmente) es tan fácil y nos llena de armonía. O repite frases como:
la ignorancia a veces nos hace presas de la maldad. Insinuando que, al no estar
de acuerdo con ella, eres alguien malo.
Un ser que manipula y que minimiza a otros para imponerse, no es bueno, no
hace el bien porque repita las palabras paz, armonía, bien o similares. Es una
persona que no es buena y a la que es mejor huir antes de caer en sus trampas.
Los que piensan que ser buenos es
soportar todo de todos
Este tipo de gente cree que, al no reclamar sus derechos, dejarse pisar,
hacer todo lo que le pidan, es bueno. Y obviamente para muchos lo será, podrán utilizarlo,
sacarle cosas. Pedir favores incomodos y siempre tendrán una respuesta positiva.
Es gente que no se siente feliz consigo misma. Es simple, hace cosas que no
desea, que no le gustan o no quiere hacer, solo por no parecer mala persona.
Por Hacer el bien.
Si eres de este grupo, te tengo malas noticias, no eres bueno. No haces el
bien, porque el amor debe empezar por casa. Si no puedes ser bueno contigo
mismo no puedes serlo con los demás. La bondad como ya dije antes, nace. Y si
llega un momento en que cada cosa que haces por otro te hace sentir incomodo.
Eso quiere decir que estás siendo malo contigo mismo y por ende no puedes tener
bondad para los demás.
Reclamar tus derechos, poner límites y ser bondadoso cuando realmente sale
de ti, no es ser malo. Aunque esos que te utilizan digan lo contrario y
terminen molestándose. No se enfadan porque seas malo, lo hacen porque dejaste
de permitir sus abusos.
Aquellos que solo dan lo que les sobra o
ayudan poniendo a otros a hacer la caridad
Otro caso muy común es el de aquellas personas que se jactan de ser buenas
personas, hacer el bien y ser muy caritativos. Pero solo dan al prójimo lo que
les sobra. Lo que se está dañando, lo que ya no se pude usar, o comer. En su
mente el simple hecho de dar algo, ya los hace buenos. Cuando en realidad la
bondad está en dar lo que otro necesita, aunque no te sobre, en atreverte a
compartirlo.
O en muchos casos, esa gente que de pronto tiene alguien que necesita
ayuda, es incapaz de brindarla, pero obliga a otros a hacer la caridad por
ellos. Llenándose la boca diciendo, pudimos ayudar a esta persona. Cuando en
realidad no movió un solo dedo por hacer algo por ese ser. Estos podríamos decir
que son los que hacen milagros, con escapularios ajenos.
¿Quiénes realmente hacen el bien?
A mi parecer no solo son personas que no hacen el bien. Son personas que,
por el contrario, tienen malos sentimientos y acciones. Por eso hay mucha gente
que ve a otros progresar, crecer, ser admirados, queridos. Muchas veces
personas que no se jactan de hacer el bien, que no soportan abusos, que son
capaces de reclamar sus derechos. Y muchos piensan, pero ¿Por qué les va bien?
Es sencillo, son personas que no cuentan lo que hacen por otros, porque lo
hacen de corazón. Que saben que para poder amar y ayudar a otros deben amarse y
ayudarse a sí mismos. Por ello no permiten el abuso de otros en nombre del
bien. Que cuando ayudan lo hacen porque les nace, sin esperar aplausos, ni
adulaciones. No andan por la vida criticando, ni juzgando. No molestan a otros,
no hacen daño, respetan, aceptan que hay personas con gustos y opiniones
distintas. No condicionan su cariño a si haces lo que yo pienso y quiero.
La vida es un boomerang, y estas personas simplemente reciben lo que dan.
Si su bondad es como le conviene verla, los resultados serán como le conviene
recibirlos. Aprende a respetar, ayuda de corazón, evita las criticas y el
pensar que eres el dueño de la verdad. Y entonces conocerás realmente lo que es
hacer el bien. Pero sobre todo lo que significará recibir lo mismo que das.
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